No seré yo

No seré yo quien te juzgue.

(Por falta de pruebas, no de ganas.)

No seré yo quien te lleve la contraria.

(Por falta de oportunidades, no de argumentos.)

No seré yo quien te siga la corriente.

(Por falta de agua, no de ganas de nadar en contra.)

No seré yo quien te baile el agua.

(Por falta de liquido, que no de música.)

No seré yo quien te...

(No, no seré yo.)

Por fin!

Por alguna razón que ni yo mismo logro entender acabo de ver ENTERO el nuevo videoclip de Pablo Alborán. Destaco lo de ENTERO porque cuesta. Mucho. De hecho he llegado a la conclusión de que se llama “Por Fin” porque es exactamente lo que exclamas cuando acaba.

Para no hacerte pasar por una experiencia anodina y soporífera te lo resumo facil en sencillos pasos.

    1. Pablo caminando sobre la arena mostrando lo que me temía desde hace tiempo: tiene pies de Hobbit.

2. Momento croma mas falso que un embarazo de Marujita Díaz, parte durante la cual dudas de si estas viendo un video musical o un anuncio navideño de Canal Sur. Otra posibilidad es que fuera rodado en el estudio de “Gumersindo”, afamado estudio fotográfico de la Cruz de Humilladero. No sería de extrañar a juzgar por el fondo, tan similar a los utilizados por el artista en los reportajes de Comunión que lucen siempre en sus escaparates.
3. El piano antiguo, cuyo envejecimiento parece salido de algún taller de manuelidades de una Asociación de Vecinos le da la bienvenida antes de que una tormenta se cierna sobre ellos y OH! -gesto de sorpresa súper natural- comienza a llover mientras todos esperamos ver aparecer al fondo a Ruth Lorenzo con un sample de “Dancing in the rain”.
4. Pablito se convierte en Mister Camiseta mojada y es inevitable pensar que a pesar del despropósito el chico está para hacerle un favor. ¡A pesar incluso de la indumentaria de campo de concentración y los ricitos tipo surfero de Pedrega que me lleva!
5. Mi momento favorito llega con la vuelta del sol, con el que crece de la nada y a una velocidad digna de Pandora de vegetación. Las enredaderas, los potos y demás plantas, compradas literalmente de un bazar chino, decoran con extrema gracia el piano ya de por si chirriante y yo sólo puedo pensar en esos programas matinales muy de los 90 (“De tú a tú”, “Día a día”, etc) en los que tras los enormes flequillos de Maria Teresa Campos, Nieves Herrero o Consuelo Berlanga siempre asomaba alguna enredadera contrahecha trepando sobre alguna reja, muy del gusto de aquella época pre-Divinity.

Querido Pablo, del video solo te salvas tú, tú y nada más que tú.

Los volantes de tu boca

 Un día, cuando el bolero te empalague y el tango me agote

cuando el pop te parezca flojo y el heavy me chirríe

cuando el rap te atropelle y el blues no me llegue... 

ese día te querré por bulerías. 

Y a los volantes de tu boca le faltarán los lunares de mis ojos.  

Jacaranda

Recuerdo perfectamente la primera bofetada de mi padre. Tenía 4 años y estaba en el baño, con los labios mal pintados y una toalla sobre la cabeza con la que imaginaba que tenía una larga melena. Con el cepillo de pelo de mi madre a modo de micrófono jugaba a ser cantante de unas canciones que hablaban de amor en un italiano inventado. Un día mi padre entró sin llamar y al ver esa escena ridícula se quedó atónito. Con la cara desencajada me pegó una bofetada tan fuerte que aun me duele. Nos quedamos paralizados, mirándonos. No sé quién de los dos tenía mas miedo. Entonces me cogió literalmente de un puñado y me arrojó a los pies de mi madre: “Ahí tienes a tu hijo, te ha salido maricón” dijo marchándose al bar dando un portazo.

Mi padre nunca volvió a hablarme con normalidad y mientras yo seguía jugando a escondidas a ser quien me sentía de verdad, él seguía empeñado en esa tarea tan cruel como inútil de enderezarme a base de insultos y bofetadas. Me prometí a mi mismo no llorar delante de él y lo cumplí, por fuerte que fuera el golpe o por mucho que dolieran sus palabras. Ya lloraba lo suficiente a solas, frente al espejo, mientras veía mi cuerpo como un disfraz elegido por error en una grotesca fiesta de carnaval.

Llegarían otros insultos en el colegio, más golpes en el instituto, susurros entre risas en la taberna e incluso alguna pedrada en el baile de las fiestas del pueblo. Pero yo seguía sin llorar, como una especie de victoria personal en esa lucha por no pagar por un error que no era mío.

Cuando cumplí 17 años mi madre me llamó a la cocina. De repente, sin saber cómo, se había hecho mayor. Sacó un pequeño fajo de billetes de un pañuelo que guardaba cuidadosamente bajo el sostén y me dijo: “Llevo años fregando portales a escondidas de tu padre para ahorrar este dinero. Cógelo, es tuyo. Quiero que te vayas, lo más lejos posible. Ni tu padre, ni el pueblo y ni muchas veces y misma estamos preparados para lo que eres y lo que llevas dentro y no debes permitir que eso te destroce la vida”. Cogí ese dinero y sin despedidas ni lágrimas ni equipaje me subí al primer autobús que pasó por la carretera y que me cambió la vida.

Algunas personas necesitan crear su propia versión del mundo, como una realidad paralela, para sobrellevar su realidad que les supera. Es como si necesitaran de la magia para vivir. Yo soy una de esas personas y cuando creí que todo estaba ya perdido tuve la enorme suerte de ver que mi magia se hacía realidad. En todos los sentidos.

 Hoy en día sigo cantando canciones de amor, pero el italiano ya no es inventado, es playback. Y no llevo llevo toalla en la cabeza, que no ésto no es un spa... llevo pelucón, ¡y mis buenos dinerales me cuestan! Hoy en día ya no lloro, pero para que no se me corra el rímel, maricón, que parezco un oso panda. Hoy me miro al espejo y sigo viendo los mismos ojos asustados, pero el disfraz es otro y soy por fin la reina de la fiesta.  

La mejor noche de mi vida

“Juraría que fue la mejor noche de mi vida” canta Pablo mientras me dispongo a ver aquella película que habla de ti. Y de mi. 

Porque aunque tú no lo sepas hay canciones que hablan de mi. Y de ti. 

Porque aunque tú no lo sepas hay películas que hablan de ti. Y de mi. 

Porque hay cuadros y esculturas, hay poemas y danzas que escriben nuestra historia por mi. Y por ti. Aunque tú no lo sepas.  

Fotomatón

Hoy volví a tropezar por causalidad con esa foto de la que nos reímos hace días. Esa que cuando miro me dan ganas de achucharte de nuevo. Esa foto tuya de pequeño en la que no miras a cámara, porque tu madre, antes de correr esas cortinas del fotomatón que separan la realidad de la ficción se le olvidó ajustar la altura del taburete e indicarte dónde debías mirar. Esa en la que tu mirada está perdida y sonríes de lado. Como ahora sigues haciendo a veces tras las cortinas que separan tu realidad de mi ficción.

A veces todos somos esos niños a los que la vida nos parece como un taburete a los que le falta un par de vueltas para estar a la altura.

A veces todos como esos niños que no sabemos dónde mirar porque hemos perdido el objetivo.A veces todos miramos con ganas a los niños que sonreís de lado y os mordéis el labio. De esos niños que se acercan a mi y me siento dichoso, porque de ellos sí que será el Reino de mis Cielos.  

10M

Esta mañana he vuelto de pasar el fin de semana en Madrid. Esta mañana, llegando a la Estación de Puerta de Atocha y frente al monumento a las víctimas al que me es imposible ignorar he caído en la cuenta de que hace justo 10 años volvía de Madrid también un 10 de marzo. A la mañana siguiente me despertó el llanto de mi madre ante el horror de las imágenes ya imborrables del 11M. Ahí estuvimos los dos horas, frente al televisor y con un nudo en la garganta y el garganta mientras a escondidas borraba de mi mente el pensamiento casi culpable de "podría ser yo".

Hoy, por puro azar y por esos caprichos que tiene la vida veté tuba saber porqué he vuelto a repetir el trayecto en AVE. Y al recordar este triste décimo aniversario ha vuelto el nudo a mi garganta y a mi alma. 

A veces la vida tiene una manera extraña de mandar sus mensajes... 

Ruth: sí me representas

Hoy que todo el mundo me pregunta (lógico con la matraca que doy), ahí va mi opinión sobre que Ruth Lorenzo nos represente en Eurovision:

1. Por primera vez en años debemos estar orgullosos de la preselección. La gala fue sosa a rabiar, pero las propuestas, me gusten mas o menos, eran todas dignísimas y ellos profesionales enormes. Buenas producciones, gente con talento y lejos de Cobras, Karmeles, Ckikilicuatres y circos varios de los que soy muy fan pero no hacen mas el ridiculo. Admirable el gesto de artistas con talento que intentando salir adelante en un mundo tan castigado como el de la música, se expongan de una manera tan valiente al juicio de todos para decidir si nos representan o no. Con lo duro que es eso en España. ¿A cambio? Promoción, ventas, conciertos... ¡Claro que sí! A estas alturas nadie duda de que el tema de Jorge será una de las canciones del verano (si deja de imitar a Sakis Rouvas con intentos absurdos), que La Dama es una artista con cosas interesantes por descubrirnos o que Raul, por más grima que de o muy de la OTI que fuera su propuesta, canta maravillosamente. 

2. Prefería, sí, el "Más (Run)" de Brequette. Una canción moderna, pegadiza, digna de la mismísima Rihanna que estoy seguro hubiera quedado muy arriba en las votaciones. Lleva días entre lo mas vendido en iTunes, a las pruebas me remito. Pero Brequette no da ninguna confianza en el directo. Cierto que es como una fuerza de la naturaleza y transmite mucho más que la técnica de Ruth. Pero los nervios le pasan factura y el riesgo de la desafinación o la escasa presencia escénica le podrían pasar factura. Algo imperdonable en una única actuación (verdad, querida Raquel del Rosario?). 

3. Con Ruth vamos sobre seguro. Su directo no es bueno, es perfecto. No descarta cantar en inglés y su canción, aunque es mucho menos de lo que creíamos con tanta expectación alimentada en parte por ella misma, suena a himno positivo. Algo de agradecer en estos tiempos de altibajos anímicos. 

Y que sí, además de tener cara de una mala de Disney, Ruth cae pelín gorda así de entrada, como la niña repelente de la clase, la empollona que todo lo sabía y era la predilecta del profesor. Pero pensemos egois

tamente ¿si tu colegio participara en un concurso de conocimientos, no la enviarías a ella sabiendo que el éxito está asegurado?

Ya os digo yo que no ganaremos, tranquilos, por mucho que se moje durante la puesta en escena (difícil va a tener introducir agua, pero si lo lograron los Jedward...), por mucho que consiga entrar en varias tallas menos, librarse del estilo hortera que ha heredado en UK o hacer algo con ese movimiento de flequillo que nadie entiende. Pero de nuevo, señores, vamos a participar y no hacer un mero trámite. Hoy, pr ejemplo, España va primera en todas las apuestas, sondeos, gratuitas o de pago y eso es algo impagable. Muy mal tendrían que ir las cosas o muchos temazos tendrían que salir entre los países que aún no han elegido representante para no volver a ser Top 10 al menos. Hay algo que me recuerda a Pastora: es curranta y tiene GANAS. Y eso, en Eurovisión y en la vida, es mucho. 

Inglés, curranta, promoción, conocida en Europa, buen tema... ¿cuándo hemos soñado con algo así? ¡El lema de #JoinUs es más español que nunca, disfrutemos el momento!
Ruth: este año sí me representas. 

Mejor NO (lo peor de los Globos de Oro 2014)

5. Berenice Bejo

¿Se acuerdan de la dulce protagonista de "The Artist"? No la reconoces, ¿verdad? Yo tampoco, he tenido que buscar quien era, pero te aseguro que es ella la que luce detrás de este modelo de... Casi mejor ni mencionar al autor de este modelo rojo pasión digno de las bailarinas de una gala casposa de Jose Luis Moreno para el Día de la Hispanidad en Telecinco o algo parecido. Le sobra de todo y por todos lados...

 
4. Las chicas de "Girl"

Premio ex aequo a dos de las protagonistas de una de las series del momento. Quizá queriendo llevar el espíritu de la serie a sus estilismos están perdidas entre la sosería y lo hortera. ¡Mejor no pensar en cómo vienen las nuevas generaciones!

3. Julia Roberts

Mira que me da pena incluirla una y otra vez en lo peorcito, pero la pobre no aprende. Todo lo que desprende de estrella y de fotogenia lo pierde con esa absoluta falta de gusto que comparte con Madonna a lo largo de tantísimos años. Si os fijáis igual el Dolce & Gabana negro, palabra de honor y cinturón de brillantes tiene una oportunidad... pero la novia de América tiene que estropearlo con ¡¡una camisa blanca debajo!! Tiro la toalla.

2. Jacqueline Bisset

A ratos maa copia de Sofía Loren, a ratos Melanie Griffith en cualquier estreno-pregón-cena benéfica verbenera de Antonio Banderas la señora está del todo perdida. Siempre ha sido tan bella... ¡Qué vuelva aquella Bisset sensual de mirada felina! Y que se peine, por favor.

1. Drew Barrymore 

Creo que no hay nada que decir. Sólo quiero que vuelva E.T. y se la lleve con él.

Esto SÍ (las más elegantes de los Globos de Oro 2014)

10. Jessica Chastain 

¡Siempre entre las mejores vestidas! No me cansaré de decir que es una de las actrices más guapas del panorama actual (por favor, por favor, que el bótox no lo estropee). Es cierto que a veces ha destacado más y que quizá el peinado reste un poco, pero nadie puede negar que un Givenchy como éste está ideado para estrellas como ella. ¡Y qué cintura le marcan esas preciosas plumas bordadas!

9. Zooey Deschanel 

Oscar de la Renta fue unos de los diseñadores de la noche, y siempre es un acierto en una alfombra. En el caso de Zooey (¿alguién me explica como no va siempre de Chanel con ese apellido? Des-chanel sería taaaaaan gracioso...) le queda ideal con esa imagen de princesita moderna que siempre trasmite. Uno de los modelos más comentados de la noche. Mola. 

8. Helen Mirren

Hablar de la edad de la mujer estará considerado de mal gusto, pero que esta señora sea siempre de las más elegantes en cualquier evento y todo un referente me sigue sorprendiendo cada año. Con clase se nace, y sinceramente pienso que esta señora podría ir vestida de "Pepita Boutique" y seguir siendo la más elegante. "La que con el verde se atreve, por guapa se tiene" dice el refrán. Lo es, señora, Mirren.

7. Kate Beckinsale

¿No pensáis a veces en esta chica, que llegó a ser una gran promesa de esas grandes producciones y que se quedó en el camino? Vale, yo tampoco (qué pesada "Pearl Harbor"!) pero el caso es que a veces aparece en nuestras vidas así de fantástica y siempre es un placer. Además de guapa, lleva un modelón de eso que nos gustan ver en una alfombra. ¿Para cuándo vas a utilizar los "brilli-brilli" si no es para estas ocasiones y una boda gitana?

6. Margot Robbie

El bellezón de la última peli de Scorsese y DiCaprio lo dió todo con un Gucci precioso. Corte imperio y cristales para lucir tipazo. Arriesgado pero elegante. Ella puede! Fijaos en el precioso color verde esmeralda de los zapatos, a juego con las piedras.

5. Julianna Marguilies

No la conocí hasta el año pasado, además de por su serie, por un par de modelazos que lució en varias entregas de premios. Sabía que tendría que seguirle la pista y... ¡zás! Vuelve a ir estupenda con ese brocado dorado, una de las tendencias de la temporada.  

4. Michelle Dockery

No sólo es mi personaje preferido de esa gran "Downton Abbey", sin tener en cuenta a Maggie Smith por supuesto, además tiene la elegancia inglesa mezclada con cierta modernidad americana. Otro Oscar de la Renta digno de princesa. El modelo que todos querrían lucir en una gran acontecimiento.

3. Sofia Vergara

Me cuesta mucho introducirla en el podium, pues siempre le encuentro un puntito ordinario que no me deja disfrutar del todo de sus casi siempre acertados estilismos. Pero esta vez, tengo que rendirme a la evidencia y sin que sirva de precedente reconoceré que fue una las protagonista de la noche. Una princesa racial y excesiva. Quizá la única pega es esa, el conjunto es demasiado, el collar como dándolo todo en la tienda de un Sea Life, pero ¿acaso no lo es todo este circo?   

2. Lupita Nyong´o

Es, sin duda alguna, el estilo personificado. La más deslumbrante de la noche sin la menor duda. El contraste entre el vestido de Ralph Lauren y su piel y la manera de lucir ese vestido capa como pocas (no es fácil y todos nos hemos acordado de Gwyneth Paltrow o Máxima de Holanda en su coronación, dos momentos sublimes). Radiantemente bella.

1. Cate Blanchett

ELLA, claro. Poco hay que decir, además: una de mis actrices favoritas, siempre perfecta, fue de nuevo ejemplo de elegancia. Le doy mi número uno por encima de Lupita (lo he dudado mucho) porque sigue desprendiendo esa luz que la convierte en la verdadera protagonista de la noche (sabía además que recogería estatuilla), tiene ese aire de actriz clásica, todo un ejemplo de cómo ha de lucir una verdadera estrella. 

Si bien es cierto que apuesta por el negro como valor seguro, arriesga además con este Armani Privé de encaje que en manos de otra hubiera sido un completo desastre (verdad, Helena Bonham Carter?)