Desde
hace un par de semanas conocemos ya las 42 canciones que participarán
este año en Bakú a finales de Mayo. Ya conocemos las favoritas,
tenemos nuestras preferidas, este año con la novedad, la emoción y
la ilusión de que España, por fin, se encuentra entre ellas. Hace
unos días leía las declaraciones del Sr. Uribarri en las que decía
que si España este año no conseguía al menos un Top 10 clamaría
al cielo. Y, sin que sirva de precedente, estoy completamente de
acuerdo. Llevamos sin duda, y podemos decirlo con la cabeza bien
alta, una de las mejores propuestas de este año.
Séptima
en las apuestas de pago y temida por sus rivales, -quienes coinciden
en la calidad artística y una voz poderosa que se crece en el
directo, su gran baza- Pastora Soler está en el punto de mira de
toda Europa, junto a la gran favorita, Suecia (una auténtica Euforia
desatada), a la increíble voz de Albania y a Eslovenia, quizá
nuestro rival más directo por el parecido de las propuestas.
Para
mi es algo nuevo, espero este festival con un “nervio” pase lo
que pase en las votaciones y a pesar de los resultados, podremos
estar tranquilos de haber hecho un buen trabajo y llevar los deberes
hechos de casa. Algo que solo he vivido dos veces: con Sergio Dalma y
Anabel Conde, allá por los jóvenes 90´s, así que ya iba tocando.
Bien es cierto que Rosa, Beth o Soraya levantaron un poco los ánimos,
pero sus propuestas siempre me parecieron que llegaban con retraso y
sus puestas en escenar terminaron de sepultarlas (pese a que las dos
primeras nos mantuvieron en ese Top 10 del que España nunca debió
salir).
Este
año lo tenemos, Pastora. Muy cauto me tomé la noticia de que sería
una de mis artistas preferidas quien nos representaría en
Eurovisión, pero llevaba razón la Soler cuando decía que había
encontrado “el tema”. Ha sido un acierto los arreglos de cuerda
para hacer el tema mucho más emocionante. Ha sabido hacer de una
letra más bien obvia y repetitiva algo secundario para construir una
balada épica que pone los vellos de punta. Y se nota en el video el
trabajo por separarse de su estilo algo más flamenco para buscar un
registro más acorde con el tema y con los gustos de Europa.
Ahora
queda el último paso, el más importante: huir de la fácil
tentación del “adorno”. Pastora debería huir de él en todos
los sentidos: en su indumentaria, en su puesta en escena (gracias a
Dios no tenemos a Poty, Mayte Marcos o Lola González), ni en su
interpretación. El tema y su voz debe ser lo más importante, así
que espero que el coro (el gran tema pendiente de España) arrope a
un directo que estoy seguro de que dejará a Europa con la boca
abierta. No necesitamos más. No necesitamos ganar. Que se voten
entre ellos. Nosotros nos emocionaremos, lloraremos y con el vello de
punta diremos para siempre “Pastora, quédate conmigo”.