Por alguna razón que ni yo mismo
logro entender acabo de ver ENTERO el nuevo videoclip de Pablo
Alborán. Destaco lo de ENTERO porque cuesta. Mucho. De hecho he
llegado a la conclusión de que se llama “Por Fin” porque es
exactamente lo que exclamas cuando acaba.
Para no hacerte pasar por una
experiencia anodina y soporífera te lo resumo facil en sencillos
pasos.
1. Pablo caminando sobre la arena
mostrando lo que me temía desde hace tiempo: tiene pies de Hobbit.
- Momento croma mas falso que un embarazo de Marujita Díaz, parte durante la cual dudas de si estas viendo un video musical o un anuncio navideño de Canal Sur. Otra posibilidad es que fuera rodado en el estudio de “Gumersindo”, afamado estudio fotográfico de la Cruz de Humilladero. No sería de extrañar a juzgar por el fondo, tan similar a los utilizados por el artista en los reportajes de Comunión que lucen siempre en sus escaparates.
- El piano antiguo, cuyo envejecimiento parece salido de algún taller de manuelidades de una Asociación de Vecinos le da la bienvenida antes de que una tormenta se cierna sobre ellos y OH! -gesto de sorpresa súper natural- comienza a llover mientras todos esperamos ver aparecer al fondo a Ruth Lorenzo con un sample de “Dancing in the rain”.
- Pablito se convierte en Mister Camiseta mojada y es inevitable pensar que a pesar del despropósito el chico está para hacerle un favor. ¡A pesar incluso de la indumentaria de campo de concentración y los ricitos tipo surfero de Pedrega que me lleva!
- Mi momento favorito llega con la vuelta del sol, con el que crece de la nada y a una velocidad digna de Pandora de vegetación. Las enredaderas, los potos y demás plantas, compradas literalmente de un bazar chino, decoran con extrema gracia el piano ya de por si chirriante y yo sólo puedo pensar en esos programas matinales muy de los 90 (“De tú a tú”, “Día a día”, etc) en los que tras los enormes flequillos de Maria Teresa Campos, Nieves Herrero o Consuelo Berlanga siempre asomaba alguna enredadera contrahecha trepando sobre alguna reja, muy del gusto de aquella época pre-Divinity.
Querido Pablo, del video solo te salvas tú, tú y nada más que tú.
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