"A dónde irán los besos que guardamos que no damos
dónde se va ese abrazo si no llegas nunca a darlo
dónde irán tantas cosas que juramos un verano
bailando con la orquesta prometimos no olvidarnos."
Victor Manuel
Esta mañana escribió una carta que
nunca enviará. No por falta de valor, sino por todo lo contrario.
Él dejó de sentir la magia. Leerlo lo hizo sentir como un niño al que le niegan la entrada a un Parque de atracciones. Borró su número y sus mensajes para no tener la
tentación de hablar(le).
No pensar(le). No buscar(le). No molestar(lo).
Aún hoy vive con la sensación constante de
un grito mudo en la garganta y se pregunta qué ocurre con esos
sentimientos que nunca llegará a compartir, con esas palabras que
nunca pronunciarán sus labios.
Esta mañana escribió una carta que
nunca enviará. No por falta de valor, sino por todo lo contrario.
3 comentarios:
Y lo bien que se queda uno con estas catarsis...
La vida está llena de palabras que nunca se dicen......
repleta
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