Como un Peter Pan sin sombra, así halló su mirada.
Curiosa, intensa y pícara. Tres formas de mirar y una sola de sonreír. Esa forma de sonreír...
Como un Peter Pan sin sombra, buscando sueños perdidos y huyendo de algún que otro garfio. El Nunca Jamás vino con besos de cerveza, ron y gominolas. El rastro de hadas los llevó entre abrazos y condiciones a la 101 con una mentira piadosa y varias historias en los bolsillos.
Como un Peter Pan encontró una sombra que no era la suya, con los ojos de niño y el pelo revuelto.
Le gusta su olor y la piel rosada de su cuello. Tiene ganas de hablar sin saber qué decir y se pregunta en qué piensa cuando lo mira. Tiene ganas de abrazarlo con mas nervios que prisas y espera volver a verlo. Sin mas armas que el gesto y el cariño.... como un Peter Pan sin sombra.
1 comentario:
Pero que bonito, cómo he estado sin leerlo hasta ahora!!! ;***
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