Señores, tras meses en los que he intentado desenganchar del desgaste producido por la intensidad con la que lo viví el año pasado y la decepción/impotencia por el comportamiento de RTVE con el festival, he de anunciar algo importante: la “eurovisionmanía” me ha vuelto!! Así que este blog desplega velas y parte rumbo a Oslo. Es evidente que la razón por la que parte este barco festivalero es el inicio de nuestra preselección, que este año promete aún más que al año pasado, y si no al tiempo.
Desde hace tiempo tengo el pálpito de que este año el Festival tendrá cierto aire “vintage”. Al ver el logo elegido por los noruegos (esas bolas blancas y rosas que simbolizan el mensaje que quieren transmitir a todos los europeos, “Comparte el momento”, con cierto aire retro) ese pálpito se hizo más fuerte. Y ya no me queda ninguna duda al intuir por las preselecciones que en este año predominarán las baladas y los aires ochenteros (véase el tema de Suiza). La posible vuelta de la orquesta (algo de lo que me alegro muchísimo) y la consagración del voto del jurado son otros datos a tener en cuenta ante la sensación de que tendemos a un festival “de los de toda la vida”.
Quiero centrarme hoy en nuestra preselección, ya que tras escuchar hoy los temas de Coral, Anabel Conde y Ainhoa (que se suman a los escuchados estos días como Venus, Samuel y Patricia, Bizarre, Lorena, Daniel Diges, Blas Cantó, etc.) creo que las cosas empiezan a ponerse interesantes para los eurofans españoles. Empezamos a vernos ilusionados, imaginamos puestas en escena y grandes voces en la cita musical más importante de Europa e incluso habrá quienes creerán que este puede ser el año de España. Siento desilusionaros, amigos: este año España tampoco ganará Eurovisión, pero lo de hacer un buen papel aún está en nuestras manos. A ver qué sorpresas nos deparará la votación que se inicia el lunes, ya que de RTVE no me fío nada (creo que con motivos). Este año ya han filtrado una de las canciones (la de Anabel Conde, que incluyeron en su web por error) y aún no sabemos si Karmele, testigo directo del frikismo de Chikilicuatre será incluída entre las seleccionadas, así que empiezan bien jejeje. Una cosa me queda clara ya al escuchar algunos candidatos: es el año de las espinas clavadas. Me explico: los seguidores del festival sabemos que no hay nada peor que un/a artista que se quede con una espinita clavada. Ser una de las favoritas para representar a tu país y quedarte en casita, o conseguir ir y quedarte cerca del triunfo es algo que muy pocos superan y muchos son los ejemplos que a lo largo de la historia nos demuestran que es un lastre del que no se reponen nunca. Ahí tenemos el ejemplo de Dima Bilan, que no se conformó con un segundo puesto y tuvo que volver, con megacampaña incluída para conseguir llevarse el festival a Rusia para regocijo de los espectadores porque hicieron un espectáculo impresionante. O Chiara, que tras quedar en los primeros de la tabla sigue intentando llevarse el gato al agua con su imponente voz, aunque el año pasado pasara más bien desapercibida. Maria Haukaas vuelve a intentarlo este año por Noruega, tras ser una de las mejores intérpretes del 2008 (hay quien dice que estará en Oslo sí o sí, como representante del país anfitrión con una balada que me gusta muchísimo o como presentadora del evento, no sé yo qué es mejor...). Y Kate Ryan, una de las mayores injusticias de los últimos años, que amenaza con volver y ¡ojo! porque Soraya parece dispuesta a ayudarla en esta particular “vendetta” con el público europeo. Hay que destacar al grupo Alcazar, que año tras año se presenta al Melodi con la intención de asistir al festival y, pese a que suelen partir como favoritos, sobre todo entre los eurofans, siempre se quedan a las puertas.
Es nuestro país también tenemos a nuestros “artistas-espina”. Roel y Rebeca quieren ir sí o sí, ya sea como intérpretes o como autores (espero que nunca suceda, aunque Rebeca lo consiguió como autora del “I love you mi vida” de Nash que nunca entendí y este año dicen que vuelve aunque aún no haya señal de vida; y Roel ya está presente como autor de la canción de Javier Mota, que no está mal del todo, la verdad). O Mirela, que tras su paso por “Misión eurovisión” (programa que en mi opinión hizo mucho daño en este sentido), lo ha intentado un par de veces, sin éxito. Este año Mirela ha decidido no presentar candidatura, pero sí lo ha hecho su compañera de programa Yanira Figueroa, que desperdicia su talento en una canción que más vale olvidar pronto.
Larga es la lista de artistas que por un motivo o por otro se empeñan el alcanzar el sueño eurovisivo, pero este año hay que destacar tres, porque creo que son las que lo hacen con más fuerza, con más ganas y, por qué no decirlo, con más posibilidades: Coral, Anabel Conde y Ainhoa. Tres artistas que estuvieron a punto de conseguir su sueño de ser “divas eurovisivas”, hasta que fueron eclipsadas (injustamente o no) por otros artistas.
Veo más espinitas clavadas en Lorena, Mimi o Daniel Diges, aunque más profundas. Pero de ello y de sus candidaturas hablaremos otro día.
3 comentarios:
me quedo con Coral... qué pedazo de voz, ¿no????
Un besito cari... Seguiré tu crónica... Me alegro por tu cibervuelta....
muaaaaaaaaa
Vaya lección de sapiencia eurovisiva.
Voy a darle una última oportunidad después de decepción tras decepción.
Aunque no sé si ha sido mayor decepción que no te gustara Avatar...
Pero como seleccionen a Karmele...
Hola Miguelito:
Gracias por regreesar al ruedo y de nuevo con las baterías eurovisivas a tope!.
Mis apuestas este año están por los lados de Virginia y Anabel Conde. Creo que con estas hermosas voces femeninas y un buen baladón, podrá España resurgir entre el público eurovisivo.
Un besote
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