domingo, 10 de febrero de 2013

Desierto




"A dónde irán los besos que guardamos que no damos
dónde se va ese abrazo si no llegas nunca a darlo
dónde irán tantas cosas que juramos un verano
bailando con la orquesta prometimos no olvidarnos." 
Victor Manuel  



Esta mañana escribió una carta que nunca enviará. No por falta de valor, sino por todo lo contrario.
Él dejó de sentir la magia. Leerlo lo hizo sentir como un niño al que le niegan la entrada a un Parque de atracciones. Borró su número y sus mensajes para no tener la tentación de hablar(le).
No pensar(le). No buscar(le). No molestar(lo). 
Aún hoy vive con la sensación constante de un grito mudo en la garganta y se pregunta qué ocurre con esos sentimientos que nunca llegará a compartir, con esas palabras que nunca pronunciarán sus labios.
Esta mañana escribió una carta que nunca enviará. No por falta de valor, sino por todo lo contrario.

3 comentarios:

Ernesto dijo...

Y lo bien que se queda uno con estas catarsis...

Anónimo dijo...

La vida está llena de palabras que nunca se dicen......

Tunomandas dijo...

repleta