domingo, 8 de agosto de 2010

Siempre le molestaba muchísimo sentir la necesidad de ir al baño justo después de ducharse. Era como ensuciarse demasiado pronto. Cuando tiró de la cisterna pensó que el fondo de aquel retrete nunca se veía blanco del todo, por más que lo limpiara. Todos los días lo veía y todos los días decidía que aquel no era el momento de pensar en ello. En realidad en lo que no quería pensar es que aquel fondo amarillento era el resultado de aquel hombre que estrenó aquel baño, aquella cama y sus ganas cuando ni tan siquiera había agua en su nueva casa.

3 comentarios:

Cotilla Cósmica dijo...

Oye que te has pasado al relato corto??? que genial!!! sigue!!!! Besooooo

Tunomandas dijo...

Bueno, esta semana se me han ocurrido un par de cosillas, y para qué me las iba a guardar en un folio doblao de la mochila, no? "Paquéquieroyounblog" si no jajajajajaja

ANA dijo...

que sepas que ya dispones de una fan incondional... Con este micro tuyo... simplemente me caso contigo y nos compramos una buhardilla doble comunicada por una puerta y nos amamos hasta el final de nuestro días de cuentistas natos... ¿vale?