viernes, 22 de mayo de 2009

Barbara Dex Award

Ya os hablé de esto el año pasado, pero entiendo que para los que no sois fieles seguidores de Eurovisión (ni se os ocurra pensar en la palabra “freaky”) es demasiada información y la mayoría intrascendente. Y tenéis razón, lo es, pero la vida no sería ni la mitad de divertida sin estos momentos frívolos y banales. Pues bien, todos los años tras el Festival se convoca el premio “Barbara Dex Award” que a través de una votación popular a través de Internet elige al artista peor vestido/a de cada edición. Algunos años, cómo podréis imaginar ha estado muy reñido el asunto, y no por falta de candidatos precisamente.
El premio toma su nombre de una artista belga que allá por el 93 pasó a la historia por un vestido beige hecho por ella misma con el que defendió a su país y que es considerado uno de los peores vestuarios de la historia del Festival.
¿Quién sucederá a nuestra querida Gisela, quien tuvo el dudoso honor de hacerse con el premio el año pasado? Repasemos el estilismo de este año, en el que afortunadamente no sólo ha habido mal gusto y fijémonos en los que a mi juicio fueron los mejores y los peores vestidos en Moscú. Hagan sus apuestas.

Los que acertaron


1. Francia
Para mi la más elegante de la noche, y con diferencia, fue Patricia Kaas. Francia este año no sólo ha vuelto al Top 10 (con mucho mérito, al igual de Reino Unido, ya que luchan con una hostilidad cada vez más evidente por parte del resto de los países en contra de los integrantes del Big Four) sino que ha dejado claro que los franceses siguen siendo los reyes de la elegancia. Fue la actuación más emocionante del Festival y ella emana glamour por cada poro de su piel. No es de extrañar el modelón negro, a la rodilla, con hombro descubierto tan propio de ella y de una actuación sobria y emocionante como pocas. Bravo por ella.


2. Reino Unido
Desde luego, el título de la preselección inglesa no pudo ser más acertado: “Your country needs to you”. No sólo Inglaterra entera (y el roba planos de Andrew Lloyd Webber) necesitaba a Jade, todos necesitábamos una voz como la suya con una de las baladas más bonitas y mejor interpretadas de los últimos años. Melosa, y con toque Disney, sí, pero estupenda. Ella iba con un vestido precioso. Es cierto que yo la hubiera vestido de largo, quizá le iba más al tema, pero ya sea por miedo a las escaleras o por lucir tipo eligió un vaporoso vestido corto de color crema que le sentaba perfectamente a ese tono de piel. Muy bien vestida y maquillada, Jade tenía pinta de ganadora.


3. Estonia.
Me hizo mucha gracia el comentario que leí en algún sitio en el que comparaban al grupo femenino con los productos Apple. Frías, elegantes y con buena ejecución, no está mal la comparación. Fue una de las puestas en escena que más me gustaron (las únicas, junto a Rusia, que les sacaron partido al movimiento de las pantallas, efecto que quedaba precioso cuando éstas descubrían al resto del grupo en la primera de las subidas de la canción). La indumentaria, todas ellas vestidas con modelos diferentes confeccionados con la misma tela azul brillante, encajaba perfectamente con el fondo y con lo que transmitía su canción. Derrocharon buen gusto.


4. Polonia.
Me dio pena que esta chica no pasara a la final. Es cierto que la canción no merecía mucho más reconocimiento, pero ello lo hizo francamente bien. Además de ser muy guapa (ahora que lo pienso eché de menos el comentario de “esta es la chica más guapa del festival” en la retransmisión) creo que iba correcta. El vestido (un modelo largo y vaporoso, con cola desde las muñecas al más puro estilo “Como las alas al viento” de La Más Grande) era justo el adecuado para una balada clásica. Quizá esa es la única pega: demasiado clásico para un escenario tan moderno, pero en la elegancia, con lo clásico siempre aciertas.


5. Malta.
Incluyo a Chiara en esta lista no porque me gustara especialmente el vestido, que no tiene más que una túnica negra con apliques de pedrería y mangas de seda (Dios mío, ¡a Rappel le tuvo que volver loco!) sino porque ella siempre va muy bien. No es especialmente agraciada (tampoco es fea, no seáis malos) y no tiene una buena figura atendiendo a los actuales cánones de belleza, pero no se disfraza ni trata de parecer lo que no es. Ella es honesta, con su cuerpo y con su estilo y eso ya es mucho (que se lo digan a Sara Montiel o Marujita Díaz).


Una mala noche la tiene cualquiera


1. Bulgaria
Para mí ellos son algo más que firmes candidatos al “Barbara Dex” de este año si tenemos en cuenta, claro está, que están participando en un concurso de canciones y no en la versión ópera-rock de Robin Hood. Desde que conocimos su candidatura, alucinamos con la voz desagradable y ese extraño flequillo del cantante, pero lo que no podíamos creer es que se presentaría en el escenario con la prima búlgara de Carmen de Mairena vestida de vampiresa hortera. Es, directamente, un insulto al buen gusto.


2. Suecia
Ella es rara, va de diva de ópera (cuando en realidad hace unas cosas algo desagradables) y parece no haber ido a una peluquería en su vida. Además se vistió un poco de Gallina Caponata, ¿no creéis? La sobrina sueca de Gunilla von Bismarck (no me digáis que no es clavaíta) llevaba un vestido que parecía prestado o caído del quinto piso. No se adaptaba a su cuerpo para nada, lo que hacía que en sus desplazamientos por el escenario el traje pareciera tener vida propia. Feo, feo.


3. Islandia
Johana, hija, fuiste una de las protagonistas de la noche y la vencedora moral del concurso (todo el mundo se esperaba lo de Noruega, pero la segunda posición de Islandia fue una sorpresa, no por desmerecida, sino por justa!), y ese primer plano con el que empezaste la actuación era impresionante. ¡Qué belleza! Pero claro, el plano se abría y allí estaba, sobre el fantástico fondo de estrellas de las pantallas: un horroroso vestido azul de volantes que si bien en el conjunto no cantaba del todo, si lo analizas bien es todo un disfraz. Esas chorreras que le caen de la manga, ¿alguien las entiende? El corte asimétrico de la cintura que la engorda 5 kilos por lo menos, esos volantes con plumas… en fin, cariño, que ni mi sobrina cuando se autodisfraza de princesa lleva semejante modelito. Menos mal que la increíble calidad musical de su actuación eclipsó todo lo demás.


4. Israel.
¿Alguien me dice, por favor, quien diseñó los trajes de Noa y Mira? Aun no entiendo el por qué una cosa tan barroca, ese híbrido estilístico mezcla de las novias de Drácula, el cabaret del los años 40 y lo gótico que nada le iba a un tema que contenía el mensaje más profundo de todo el Festival. Además, dificultaban sus desplazamientos, a menudo tenían que cogerse la cola de los vestidos para los giros y eso emborronaba un poco la poca coreografía que llevaban. Poco práctico además de dudoso gusto.


5. Rusia.
Esta chica directamente parece que no se vistió. Yo creo que ella estaba en la cama, enferma, la avisaron 5 minutos antes de la actuación y sólo tuvo tiempo de liarse en las sábanas. Además de ser la voz más desagradable de la final, el estilismo rollo hospital psiquiátrico convertía su actuación en las más difícil de digerir. Una pena, porque el juego con las pantallas, con su rostro multiplicado sufriendo un envejecimiento progresivo era muy apropiado para una canción dedicada a las madres. Suspenso para los rusos, que derrocharon tanto en el escenario que no tuvieron que ponerle a su representante.


6. Países Bajos.
Está bien, la canción es “Shine”, osea, “brillo”, pero no ya nos habíamos enterado todos en el primer estribillo, ¡no hace falta que todo sea reluciente en la actuación, que hartura! Venga purpurina, venga luces, venga lentejuelas. Años defendiendo que Eurovisión ya no es hortera y vienen éstos… jajajaja. Además, cuando pasas de una edad, ya no estás para ponerte ciertas cosas. Esos señores con esos trajes estaban frikis, lo siento por ellos porque me caen bien y porque el tema incluso tiene su rollo (me recuerda al Festival de toda la vida) y no puedes llevar a una higona semejante y vestirla de cabaretera dj. ¡Basta ya!


7. Finlandia.
Si miras la actuación de los Waldo’s People sin fijarte en lo que les rodea parece que estuvieras viendo el Festival del 91 o el 92. Ese estilismo del comienzo de Telecinco, por favor, ¡si parece que iba a aparecer Natalia Estrada e Ivonne Reyes a hacerle los coros! No puedo ni con los vestidos mini, ni la lentejuela mala, ni con el strass, qué queréis que os diga…

Me quedan algunos, entre ellos Soraya (de la que hay mucho que comentar), pero creo que merecen un post aparte.

Para votar por vuestro favorito/a al peor vestido de este año, podéis hacerlo en:
http://www.eurovisionhouse.nl/bdaward.php

3 comentarios:

. dijo...

me tienes super bien informado de el festival!!!!!!!!!!!!!!!


muackkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk

Wendy dijo...

Hola Miguelito:
Es curioso, entre los malos vestidos no incluiste ni al infame ganador del premio- Hungría-, ni a República Checa, que fue segundo. Otros malos vestuarios fueron ese chillón amarillo de Serbia, la ucraniana y sus gladiadores, los Bon Jovi de todo a 100 ( Lease ARY Macedonia)...en fin , no siempre está el mejor...
La de Rusia merece un premio aparte a la puesta en escena mas espantosa.
Besos
Wendy

Lalito dijo...

Hola, muy buen análisis, muy divertido, sólo un detallito: las Urban Symphony (número tres en la lista de Los que acertaron) no son de Eslovenia, sino de Estonia.

Un saludo.

Ahora, a esperar otro año (una vez más).