lunes, 12 de enero de 2009

La crisis del éxito



Hoy me he levantado con una cierta sensación de culpabilidad (¿puede ser sensación y no sentimiento?). Hace una semana que arrancó en Málaga el Festival de Teatro con algunas propuestas más que interesantes (los imprescindibles Animalario y Dagoll Dagom entre ellos) y yo aún no me he acercado a ver nada. No voy a excusarme, pero en mi defensa diré que el mes de Diciembre me ha dejado algo estresado y cuando uno se pasa el día en furgoneta y sobre mil escenarios diferentes, necesita desconectar un poco. Pero el teatro, ahora más vivo que nunca en nuestra ciudad es una necesidad, así que buscaré alguna buena dosis de esas que nos retroalimentan.
Y hablando de teatro, este semana Luis María Anson decía en El Cultural:

“Las cifras cantan ópera. Ahí están sonantes y tronantes, para estupefacción del hincha deportivo. En el año 2000 acudieron al teatro en Madrid un millón de espectadores más que a los estadios de los tres equipos entonces de Primera División: Real Madrid, Atlético de Madrid y Rayo Vallecano. 2.595.594 personas pasaron por las taquillas teatrales frente a 1.637.000, del fútbol. 8.100 millones de pesetas recaudó el teatro, muy por encima del deporte rey, aunque esta última cifra sea difícil de precisar por la neblina de los socios. Desde el 2000 hasta el 2008 la diferencia se ha acentuado, año tras año, en favor del teatro. No canso al lector pormenorizando los datos que, en todo caso, son oficiales y contrastados.

El teatro en Madrid golea al fútbol por toda la escuadra, pero en los telediarios de los canales de televisión se dedican varios minutos al deporte rey, día a día, mientras que a la escena se la distingue con un par de minutos… al mes. Una incongruencia. Bien está la atención al fútbol. Mal, muy mal, el desamor cultural, la preterición del teatro. La temperatura cultural de una ciudad se mide con el termómetro teatral. Nueva York, París, Londres, Madrid, Buenos Aires, Berlín y Sanghai son hoy los faros culturales del mundo y su luz, como la del dios Atón en Amarna, conforma la cultura universal.

La asistencia a la escena se ha elevado un 5% durante 2008 mientras el cine ha perdido el 11%. Son cifras sólo estimativas. Hoy se ve más cine que nunca, pero en televisión. El tea-tro en la pequeña pantalla funciona pero poco. El gran atractivo de una obra teatral es contemplar a actores y actrices de carne y hueso, la piel viva y erizada, peleando con la interpretación, venciendo las dificultades en ocasiones, derrotados a veces. Desde Esquilo, el teatro está en crisis. Es la crisis del éxito. Nunca se quebró la comunicación entre el espectador y el hecho teatral. Shakespeare es la primera figura de la Historia de la Literatura universal. Buero Vallejo peleó desde la escena con el caudillaje de Franco. El verdadero teatro ha hecho frente siempre al poderoso. A todos los poderosos, desde el dictador al banquero, pasando por el obispo prevaricador.

Escribo estas líneas, en fin, como he hecho en otras ocasiones, para llamar la atención de mis compañeros de televisión sobre la realidad del teatro que en algunas ciudades como Madrid apabulla. ¿Qué explosión cultural se produciría en España si en cada telediario se dedicara un minuto, un par de minutos, a informar sobre la actualidad teatral?”

¿Quién dijo crisis?

2 comentarios:

ANA dijo...

Es verdad, niño... Hace falta darle un pelín más de publi y apoyar al teatro, que tantísimo nos gusta a todos. Por cierto, esta noche he soñado que iba andandito con mis padres por Ronda y me encontraba con Pe y le pedía emocionadísima que me escribiese algo para ti. Y la coleguita se tiraba como media hora pensando en qué frase poner y al final escribía algo inteligible sin firmar ni nada y tu no me creías...;(


Muaaaa

Pedro Alarcón Ramírez dijo...

Ahora falta otro reto; que el Santiago Bernabeu no posea el museo más visitado tras el Prado... algo deleznable, porque para ver unas copitas de latón y unos urinarios...